Con fines medicinales se utilizan sobre todo el fruto y las hojas de esta planta, las cuales son ricas en hierro, fósforo y calcio. La planta en general contiene moléculas cuyo efecto en el organismo humano es similar al de la insulina, característica que convierte a esta planta en un poderoso aliado contra la diabetes tipo II, ayudando también a retardar el desarrollo de la retinopatía diabética.
También se le atribuyen beneficios en el tratamiento de la hipertensión, infecciones de la uretra, reumatismo, colitis, parásitos intestinales, triglicéridos y colesterol altos, así como en casos de fiebres altas, inapetencia, bacterias intestinales, micosis vaginal, enfermedades del hígado, retraso de la menstruación y dolores menstruales.
El uso tópico de la infusión o decocción de las semillas del fruto de cundeamor en cataplasmas o baños sirve para parar las hemorragias externas, aliviar las quemaduras y úlceras de la piel y para calmar salpullidos y erupciones cutáneas. También se utilizan las hojas secas, más bien tostadas y luego molidas, para aplicar sobre las quemaduras. Cocer en agua hojas y ramas de cundeamor sirve para lavar y limpiar heridas de la piel y para aliviar las hemorroides haciendo asientos en dicha cocción.